jueves, 15 de julio de 2010

CHAVEZ ES TREMENDO ADULON Y GUATACON DE FIDEL


LOS ADULADORES Y GUATACAS ESTAN A LA ORDEN
Por José (Pepe) Martel.

Qué clase de gente regada en Cuba y en otras partes del mundo conocí desprovistas de honor y sin principios se alquilaban al mejor postor para desbordar servilismo y sumisión. Individuos que obedientemente adulaban a su jefe superior para mantenerse en el puesto chismeándolo todo y denunciando cosas que no admiten delación alguna solo para congraciarse con sus superiores y ser incondicionales serviles a falsas causas. Eso ocurre en cualquier sistema de gobierno y dentro del sector privado que se venden sin conciencia alguna. Se encuentran regados por todas partes, siendo reprochados por todos aquellos que gustamos de vivir en paz, somos libres, democráticos y actuamos de forma correcta, recta y con los acostumbrados principios.

Recuerdo que en Cuba antes se le llamaban "guatacas" y en algunos casos "empujadores y cuartos bate" ya que con sus chivaterías destruían a cualquiera. Normalmente son personas ladinas y socarronas que se enmascaran en el servilismo y la adulonería barata. Nadie los aprueba y menos confían de esa forma de actuación baja, miserable y bochornosa. Al ser detectados los señalamos con el dedo del desprecio y le advertimos a cualquier conocido: "¡Oye ten cuidado con este tipo que es tremendo guatacón y chicharrón de primera clase, un adulador empedernido del jefe".

Son apartados por todos cuando son descubiertos y señalados a veces públicamente cuando esa forma de procedimiento se hace colectiva. Por un halago del superior venden hasta su propia madre. Ni respetan familias ni tienen amigos serios ni respetables ya que son detectados solo en instantes, solo al ser observados. Son aquellos muy parecidos a un personaje que dentro de la farándula cubana del pasado y de forma humorística los encarnó en múltiples presentaciones.

El actor de televisión y cine, Carlos Montezuma, fallecido en Cuba en la década de los 80, era el perfecto prototipo de "canchanchán y guatacón" del clásico senador de la república con aquella frase tan popular que nunca olvido de "por favor las cenizas, senador" extendiendo la palma de la mano para que el político aludido depositara esa ceniza caliente de su cigarro u aromático tabaco cubano.

Mi abuelo materno decía en muchas ocasiones que "era mejor tener un delincuente o un mariguanero sincero al lado, que un asqueroso adulador sin principios". Ese tipo de gente siempre han sido repudiados y esquematizados, ni las mujeres gustaban tratarlos y le decían "mariquitas de piernas flojas" ya que se derretían cuando hablaban mal y "echaban pa'lante" al compañero de trabajo con su superior. Son reptiles despreciados por todo aquel que tenga vergüenza y dignidad.

En cualquier lugar donde trabajes respeta al jefe pero por tu condición humana digna conducirse para que el superior lo respete también es una forma de actuar correctamente. Es como el traidor que nunca es considerado después de la delación, igual el adulador es siempre despreciado y muchas veces utilizado por sus superiores para destruir a cualquier persona que les estorbe o sean señaladas atendiendo a cualquier interés sacarla del camino.

Estas personas son manejadas como cómplices de fechorías y malos juegos.

Alerta que a cada momento y en cualquier ocasión te puedes encontrar un adulador, guataca, jala leva o arrastrado en potencia que te pase la mano a ti y al poderoso le repita siempre "por favor la cenizas, senador".

Miami, Florida, USA.
joselmartel@yahoo.com

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