lunes, 19 de abril de 2010


EL TESTAMENTO DEL ABUELO
Por Esteban Fernández
email: Estebita916@aol.com

Muy serio y encaprichado está el abuelo en el portal sentado. Es domingo, 7 de la mañana, y a esa hora a toda la familia ha levantado. Quiere que lean su testamento en ese mismo momento, y es el nieto quien decide con mucho fundamento: "La verdad, él que lo debes leer eres tú, dad ". El padre dice: "Okay, vamos a ver" y comienza a leer: "No heredan dinero ni propiedades, pero les dejo la mayor de las fortunas, y es que gracias a mi, ¡carajo!, por sus venas corre la sangre CUBANA"... Y no es una sangre cualquiera ¡es la misma que la de Francisco Vicente Aguilera!".

"Por favor, no presuman de mis virtudes, ni de mis éxitos y logros en la vida, porque al morir sin PATRIA muero sin nada, muero como un fracasado"..."No quiero una tumba fría, porque me aterra la idea de que en el epitafio pongan AQUÍ DESCANSA UN CUBANO, y este viejo no quiere descansar mientras quede un solo cubano esclavo".

"Si quieren quemen mi cuerpo, guarden mis cenizas, y el día en que a la Patria mía se pueda regresar sin pedir permiso y sin ir de rodillas, tírenlas en el Río Cauto, o en el Mayabeque, o en la mismísima Playa del Rosario".

"No quiero llantos, ni que nadie gaste un centavo en coronas, ni en flores, ni en ninguna de esas boberías, quiero que ese dinero se lo den al primero que simplemente prometa que le va a hacer daño a la tiranía"...

"Al sentirme cercano a la muerte, no tengo ni la menor idea de lo que me espera en el "más allá". Simplemente quisiera ir a un lugar donde pudiera observar una brillante jugada de Willy Miranda, me encantaría ver a Roberto Ortíz disparando un jonrón, me gustaría jugar al ajedrez con Capablanca, que bueno sería que se me acercara el Benny Moré y me cantara Santa Isabel de las Lajas, poder saludar al Caballero de París, quisiera conocer a "Chicharito" y “Sopeira”, a "Trespatines con la Tremenda Corte", y ver Jueves de Partagás y el Casino de la Alegría".

"No quiero ir al infierno, pues no soportaría encontrarme allá con Carlos Rafael , con Lázaro Peña, con el Che y con toda esa porquería. Y si veo a Blas Roca le parto la boca". "Tampoco quiero ir a donde yo no esté seguro de que allá voy a tener mi bandera, mi himno nacional cubano, que veré mis palmas reales, que me podré bañar en la Playa de Guanabo y sentir una gran emoción al ver revolotear en la campiña a un par de Tomeguines del Pinar" .

"Prefiero ir al paraíso porque estoy seguro que en la puerta me estarán esperando José Martí, Máximo Gómez, Carlos Manuel de Céspedes y Antonio Maceo. Me encantaría allí poder ir de cacería junto al General Calixto García"...

"¿Sería mucho pedir ir a un lugar donde yo encendiera un radio y pudiera escuchar el trotar de los caballos de Los Tres Villalobos?. Además, quisiera oir a Lecuona tocando el piano, a Abelardo Barroso con su orquesta Sensación y al Trío de Servando Díaz tocando una de sus melodías".

"Pero esté donde esté, yo les prometo a ustedes que al primer grito de "a degüello", este viejo resucita, se pone un sombrero de yarey y agarra el machete mambí".

"Y que nadie diga MURIÓ UN HISPANO, desde hace rato le enseñé y le di permiso a mi nieto para que cuando llegara este momento gritara a todo pulmón y muy desde adentro: "¡Coño, aquí murió un CUBANO!".

"Y a mi querida Domitila, mi compañera de 60 años, que no se apure en seguir mis pasos, que yo me voy a quitar el “marcapasos”, porque quiero entretenerme un poco con Rita Montaner. Bye, bye”.

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