martes, 9 de febrero de 2010


UNA DEMOCRACIA DESORDENADA
Por: Elsa I. Pardo

Hace pocos meses un joven cubano, escritor, recién llegado de Cuba, se quejaba de la "democracia desordenada" que existe en los Estados Unidos, el mejor ejemplo de un sistema democrático, después de vivir toda su vida, cuatro décadas, en uno de los países más totalitarios y anti-democráticos, Cuba.

Otro tuvo una gran idea, la de combinar el orden con la libertad. Y, el tercero, un médico psiquiatra concluyó con que el ser humano es de naturaleza "desordenado" y que en su más sencilla definición, un gobierno de la mayoría, funciona a base de y no a pesar del desorden. Y, agregó que es sencillamente, el reflejo de nuestra sociedad y parte del éxito y belleza de nuestra democracia.

Haciendo una reflexión e investigación política y sociológica acerca de nuestra "democracia desordenada", llegué a la conclusión de que en realidad, la democracia tiene que ser desordenada, de lo contrario, el orden y consenso en la sociedad, tienen una base "autoritaria", a veces el abuso del poder.

Precisamente, en todas las sociedades existen conflictos y el orden niega el conflicto. Los conflictos en la democracia, las protestas y la sociedad en si, es desordena porque tenemos una sociedad injusta. No se puede tener una sociedad desigual y una democracia ordenada.

Cuando vivimos en democracia, aunque sea desordenada, agresiva o violenta, existe una solución para cambiar lo que no funciona y esa solución se llama "elecciones." Ponemos y quitamos presidentes y gobiernos a nivel provincial o nacional.

Miami, Fl., USA
eipardo2002@yahoo.com

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