Se acaba de cumplir el 20 aniversario del derrumbe del muro de Berlín. El pueblo alemán estuvo dividido por dicho muro por 28 largos años. Miles trataron de cruzar desde la Alemania Oriental hacia la Occidental, algunos lo lograron, otros perecieron en el intento, pero valió la pena luchar por su libertad. Esta fecha tan importante marcó el fin de la guerra fría y del comunismo en Europa.
Algo parecido ha tenido que sufrir el pueblo cubano, pero no por 28 años, sino por más de 50. Nuestro muro no ha sido de cemento como el de los alemanes. Han sido 90 millas de agua, las cuales se han tragado miles de cubanos que han buscado vivir en tierras de libertad. Otros terminaron en la cárcel de los hermanos Castro. Hoy en día ya sumamos más de 2 millones de exiliados en todas partes del mundo.
Me gustaría vivir para poder ver algún día como ese muro de agua se rompe. Tanto los cubanos de la isla, como los del exilio, nos abrazaremos celebrando esa fecha histórica, como lo hicieron los alemanes. El rencor, el odio, la envidia y todos esos sentimientos negativos que nos inculca el comunismo quedarán detrás. Lazos más fuertes como el amor, la hermandad y la esperanza nos unirán para siempre. Nunca más permitiremos que ningún muro, ya sea de agua o de cemento, nos vuelva a separar. Ojalá mi sueño se convierta en realidad por el bien de todos.
jUAN
Muy buena comparacion!
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