OBAMA Y EL MATRIMONIO GAY
Por Juan Carlos León
La Biblia es bien clara cuando dice que ningún hombre o mujer que 
se acueste con otra persona del mismo sexo entrará en el Reino de los Cielos. 
Aun así, al ser humano le gusta hacer lo que mejor le plazca y, no solo eso, 
sino que también trata de que los demás aprueben sus orientaciones sexuales, 
aunque éstas no sean del agrado de Dios.
Recientemente el 
presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, manifestó públicamente su total respaldo a 
las uniones matrimoniales entre los homosexuales. ¿Será éste otro juego político del 
mandatario estadounidense, o es que 
todavía está dentro del closet 
como muchos otros por ahí? Cualquiera que sea su intención, esta movida le puede salir muy cara con 
vistas a las próximas 
elecciones presidenciales.
Este es un país fundado sobre una sólida base conservadora y 
cristiana, aunque hay gente por ahí que les gusta confundir la libertad con el libertinaje, o la gimnasia con la 
magnesia. Pero somos muchos los que preferimos mantenernos firmes en nuestras 
convicciones y creencias religiosas por encima de todo. No es que nos 
consideremos puros ni mucho menos, sin embargo, nos gusta elegir lo bueno sobre lo malo; y lo 
divino por encima de lo satánico.
Nuestro Señor creó un hombre y 
una mujer para que nos multiplicáramos y formáramos una familia: un papá como 
cabeza, una mamá como ayuda ideal y los hijos para que honraran a sus progenitores. Hasta ahora 
no se ha conocido ninguna unión del mismo sexo que haya podido procrear. ¿Por 
qué será? La respuesta es muy sencilla: la obra de nuestro Creador fue perfecta; 
empero, todo lo que viene del hombre es de naturaleza pecaminosa. No nos hagamos cómplices de lo 
mal hecho e 
inmoral.
Si Obama ha decidido apoyar el matrimonio gay, ése es su problema, 
que se atenga a las consecuencias. Si los homosexuales se quieren casar entre 
sí, que lo hagan. Pero no esperen que la sociedad apoye lo mal hecho y muchos que los 
aplaudan. Fuimos creados con libre albedrío para discernir entre lo bueno y lo 
malo. En el juicio final cada 
uno de nosotros tendrá que dar una explicación por todo lo que hicimos aquí en 
la tierra. Solo al Altísimo le 
corresponderá decidir quién va al Paraíso y quién al infierno.
Miami, FL., USA
05/23/2012

… y se va a quemar!!
ResponderEliminarEse es el Presidente que nos ofrecía “CAMBIOS”… ¡WOW! … Si como no, “Cambios” para perdición.
Cada cual hace con su vida lo que quiera, para eso Dios nos dio libre albedrío; pero otra cosa es que nos impongan sus preferencias sexuales y estilo de vida. Por principios, convicción y creencias religiosas no se puede aceptar tal libertinaje.
Nuestro Señor Jesús nos dice en la Biblia en muchas ocasiones que se levantaran falsos apóstoles, profetas, cristos y reyes… “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.” (Mateo 7:15).